En el tejido complejo de nuestra sociedad moderna, estamos inmersos en una era donde la información es la moneda de cambio. Esta sociedad, esclava de datos, construye y moldea nuestros sistemas de creencias, los cimientos sobre los cuales edificamos nuestras acciones diarias. Pero, ¿qué sucede cuando la información que alimenta nuestras mentes es errónea?

Si consideramos que nuestra brújula moral y nuestras decisiones están íntimamente ligadas a la validez de la información que poseemos, surge una pregunta crucial: ¿cómo se verá alterado nuestro sistema de creencias si la información que lo sustenta es falsa? La respuesta es clara y contundente: nuestras acciones, basadas en tal información, serán inadecuadas e incluso perjudiciales.

Cuando un individuo se ve atrapado en este laberinto de desinformación, el impacto puede limitarse a su esfera personal. Sin embargo, el verdadero desafío emerge cuando esta falacia se propaga a escala social, cuando la mayoría confía ciegamente en los canales oficiales de información, considerándolos como la verdad incuestionable.

Es en este contexto que nace la sección "Si esto es así, entonces...". Nos embarcamos en la misión de arrojar luz sobre las sombras de la desinformación, señalando de manera clara los sinsentidos y las incongruencias presentes en las informaciones que inundan nuestro entorno. Aquí, nos sumergimos en un ejercicio constante de discernimiento, desafiando las narrativas establecidas y promoviendo una comprensión más profunda de la realidad.

Acompáñanos en este viaje de descubrimiento y reflexión, donde exploraremos las implicaciones de vivir en una sociedad donde la verdad es un bien precioso y, a veces, esquivo. En "Si esto es así, entonces...", nos comprometemos a cuestionar, analizar y desentrañar las capas de información que moldean nuestra percepción, con la esperanza de fortalecer la resiliencia de una sociedad que busca la verdad en un mundo saturado de engaños.